jueves, 23 de mayo de 2013

Crítica los Miserables


¿Qué echamos de menos cuando nos sentamos en la butaca de un teatro? ¿Qué factor se nos escapa por las limitaciones del medio teatral que el cine sí puede aportar? Un teatro nos permite captar las emociones desnudas de las interpretaciones de los actores, sus voces reverberan por el patio de butacas y nos llegan sin la barrera de la pantalla, que hace de involuntario dique al alma que pone el intérprete en cada canción.

Tom Hooper se ha debido plantear que la forma de superar estas limitaciones es colocar la cámara justo donde al ojo del espectador teatral le cuesta más llegar. Justo en el rostro del intérprete. Así, exprime en cada primer plano la expresión íntima y talento de grandes intérpretes como Hugh Jackman y Anne Hathaway. A esta última reserva en sus escasos minutos en pantalla la mejor escena, la canción más emocionante y que sirve de leit motiv a la obra y, en fin, el papel que sirve de palanca a algunas de las principales líneas de la acción, aunque esta se reparte de forma eficaz en diversos niveles. En ellos los dilemas morales y los máximos exponentes de sentimientos como el amor, el odio y la obsesión tienen su personificación en los diversos personajes concebidos por el dramaturgo francés.

Son esos elementos universales los que dan vida y grandeza a esta historia, y se mantienen en su versión musical y en una adaptación cinematográfica que cuenta con un estupendo diseño de producción y un talento actoral en el que, además de los citados, brillan con luz propia Russell Crowe y, especialmente la debutante en el medio cinematográfico Samantha Barks, quien ya había interpretado curiosamente el papel de Eponine en el West End londinense. Y vaya si domina el personaje, especialmente frente a una bastante más discreta Amanda Seyfried y a un simplemente correcto Eddie Redmayne.

Sabe llegar al espectador este musical filmado sin abusar de panorámicas ni gozar de grandes planos generales, pero resultando igualmente épico.

¿Y es que hay algo más épico que las emociones bien transmitidas?



Nota 8

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